02
Aug
Cuidado de la piel en la playa
¿Te vas de vacaciones a la playa? Agosto es el mes que elige la gran mayoría para pasar unos días de descanso y relax en la playa. El buen clima nos invita a pasar todo el día al aire libre desde primera hora de la mañana hasta altas horas de la noche. Centrándonos en el día, al pasar más tiempo en la calle, nuestra piel estará más expuesta a la radiación ultravioleta, por lo que la protección será esencial para cuidar nuestra piel frente al sol.
El uso del fotoprotector solar en la playa es imprescindible. Es una garantía para no quemarnos, para no dañar nuestra piel. Recuerda que el uso de los solares no está reñido con el bronceado. Por tanto, si quieres tomar el sol para coger un tono dorado, deberás aplicar sí o sí la crema solar. De esta forma, conseguirás un bronceado más bonito y sano.
A modo de recordatorio, desde Farmacia Puerto Banús, os vamos a dar las claves para cuidar y proteger vuestra piel en la playa.
Antes de ir a la playa
Lo primero de todo es aplicar el protector solar media hora antes de salir a la calle. Recuerda aplicarlo sobre todas las zonas del cuerpo que quedarán expuestas directamente al sol. No te olvides de la nuca, de los hombros, del empeine… Usa fotoprotectores de alta protección.
Otra cosa fundamental es preparar el kit de playa. Por un lado, debes meter el protector solar y el protector capilar en la bolsa. Deberás renovar la protección cada dos horas o tras bañarte en la playa. Asimismo, lleva una sombrilla, un sombrero, gafas de sol y agua fresquita para hidratarte.
En la playa
La primera regla de oro para cuidar y proteger la piel es aplicarse el protector solar cada dos horas. Asimismo, cuando salgas del agua, sécate bien y vuelve a aplicártelo. También te recomendamos comprar solares resistentes al agua para que tu piel y la de tu familia esté protegida dentro del agua, cuando os bañéis en el mar.
Otro factor importante es no tomar el sol a las horas centrales del día. Son las más fuertes, por lo que son las que más dañarán tu piel. No tomes el sol entre las 12 y las 17 horas. Permanece en la sombra.
A la hora de tomar el sol, no debes exponerte más de 15 minutos al día. El resto del tiempo permanece en la sombra. De esta forma, tu piel se irá bronceando poco a poco sin quemarse ni dañarse.
También se aconseja llevar la camiseta o el vestido playero ya que la ropa también actúa como barrera protectora.
Después de la jornada playera
Después del día de playa, toca reparar la piel. Lo primero será darse una ducha para eliminar la sal y la arena, así como otros restos de suciedad e impurezas. Con la piel limpie y seca, tocará hidratarla, calmarla y repararla del daño solar. Esto lo conseguirás aplicándote el after sun, otro básicos e imprescindible del verano.
El after sun repara la piel gracias a sus propiedades regeneradoras. También evita el envejecimiento prematuro. Bajará la temperatura de la piel aportando una sensación de frescor y confort. Para más sensación de frío, puedes guardarlo en la nevera. Asimismo, hidrata en profundidad la piel recuperando así su elasticidad, suavidad y flexibilidad. En caso de quemaduras, aportará escozor y calma. Además, evitará la descamación. Por último, te ayudará a lucir un bronceado más uniforme y duradero.