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Feb
Consejos para el cuidado de la dermatitis atópica
Picor, enrojecimiento, descamación, piel seca, irritación… son algunos de los síntomas de la dermatitis atópica, una enfermedad crónica que se caracteriza por la alteración de la barrera protectora de la piel. Esta alteración facilitará la pérdida de agua lo que provocará sequedad, así como una mayor penetración de agentes irritantes y alérgenos. Por tanto, se aumentará el riesgo de sobreinfección.
En los últimos años ha aumentado el número de personas con dermatitis atópica, siendo los bebés y niños pequeños quienes más la sufren. Aunque en menor medida, la población adulta también la sufre, entorno a un 2-5% frente al 10-20% aproximadamente de bebés y niños con piel atópica.
Esta enfermedad de la piel evoluciona con fases inactivas y fases de brote. Esto significa que habrá épocas donde no se presente ningún síntoma de dermatitis atópica. A pesar de ello, se debe seguir cuidando e hidratando la piel diariamente para prevenir la aparición de nuevos brotes. Por otro lado, habrá fases donde surjan brotes. En estos casos, la piel estará seca o muy seca lo que provocará picor, irritación, enrojecimiento, inflamación o incluso se podrá tener infección debido a las heridas que se hacen al rascarse para calmar el prurito intenso.
Zonas de brotes
Las zonas donde aparecen los brotes varían en función de la edad y del paciente. En términos generales, se puede decir que:
- Fase del lactante. En bebés los síntomas se concentran sobre todo en la cara, en la zona de las mejillas y en el cuero cabelludo.
- Fase infantil. En niños, las lesiones se localizan en las flexuras, en especial en los codos y en la parte trasera de las rodillas. También en muñecas, dorso de las manos, los pies, la nuca y las mejillas.
- Fase del adulto. En los adultos, las lesiones se encuentran en cualquier localización, sobre todo en el dorso de las manos, en los pies, en la cara, en las mejillas en los codos y en la parte trasera de las rodillas.
Los tratamientos para la dermatitis atópica tienen por objetivo mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen. El tratamiento será diferente en la fase activa que en la inactiva. Cuando aparecen los brotes, se deberán usar corticoides tópicos (recetados por el dermatólogo) por un tiempo limitado. Además, se deberá hidratar la piel diariamente. En el caso de la fase inactiva, bastará con tomar una serie de medidas para retrasar la aparición de los brotes y reducir su intensidad.
Cuidado de la piel atópica
En primer lugar, se deben usar productos formulados para pieles atópicas. En este sentido, se deben usar geles con un pH neutro que no contenga jabón ni perfumes ni parabenos. Deben contener activos que protejan la barrera hidrolipídica de la piel y sustancias que alivien el picor. Algunos geles para pieles atópicas que encontrarás en Farmacia Puerto Banús son: Acofarderm el dermatológicoyA-Derma Exomega gelpara calmar las pieles secas y atópicas.
Otro producto esencial para las pieles tópicas son las hidratantes y emolientes que actuarán restaurando la barrera epidérmica a la vez que mantendrán la piel hidratada. Algunas opciones son: A-Derma Exomega leche emoliente, Dexeryl crema protección cutánea Pierre Fabrey Repavar Crema corporal pieles atópicas.
Otros consejos para espaciar los brotes son:
- Duchas cortas con agua templada.
- No usar esponjas.
- Secar la piel con suaves toques, nunca frotando.
- Usar ropa de algodón, hilo o lino. Evitar la lana y la ropa ajustada.
- No usar suavizante para lavar la ropa.
- No abrigarse en exceso para evitar sudar ya que empeora el prurito.
- Después de hacer deporte, ducharse.
- Uñas cortas y limpias para evitar heridas e infecciones a la hora de rascarse.